Me presento ante ti con la firme intención de conocer lo que desconozco, con un mar de palabras con conjeturas inciertas de lo que aun me es un misterio, pasando por las travesías del destino, si es que este existe, me dedico a observarte y mirarte mientras charlo con tus parientes, obtener el visto bueno, pasar el examen de buena persona para poder conocerte mas profundo, mas interno, conocernos a lo interno, donde las palabras sobran,
Cada caricia era buena, cada beso era dulce, cada mirada desconcertada, pero tan extraño, porque intentamos aislar los sentimientos que de por si están allí, en el fuego, en la hoguera, quemando cada pared del corazón y de nuestros seres, la pasión se hizo dueña del momento y el placer su compañero, mientras el calor sofocante hacia que cayeran nuestras gotas de esencia de vida sobre nuestros cuerpos y así hacerlos saber como saben las aguas del mar, para luego terminar exhaustos sobre las caricias de los dedos que se pasean por los cuerpos, con las mentes amarradas sin querer sentir mas allá, y aun peor, sin saber si es o no un error intentar aislar los sentimientos.
