domingo, 20 de diciembre de 2009

ANCIANDOTE


Así me llegas con tantas cosas guardadas, con el pecho amontonado de cosas que en el se guardan, viendo tus ojos y que por fin se cumplen tus deseos, por fin, la mirada ya no es sombría y tu rostro mucho menos pálido, ahora tiene color, emociones y estos ojos que veo a cada día por la pantalla brillan me llenan de sentimientos y de emociones, por fin regresas y te recibo con un fuerte abrazo, con mucho calor y afecto y un beso que expresara mas que lo que pueda decir, así te dirijo a nuestra casa que espera con tantas ganas de verte, con flores en agua y uno que otro detalle decido a no dejarte descansar, porque estoy en ese estado de chock, nervios, que no puedo dejar de besarte, así procedí a tocarte suavemente con mi lengua, así húmeda pasando por tu rostro mientras secaba tus lagrimas de felicidad, tocando apenas con mis puntas de los dedos tu cuerpo, erizándolo todo, así sin control pero despacio, buscando tu cuello, buscando mis manos acariciar tu espalda, llegando a las regiones mas vivas de tu cuerpo, descorchando y quitando tu ropa, para dejarle caer lentamente al suelo, así, sin demoras pero despacio, que quiero que este momento me dure, si, desnuda como venimos al mundo te toco te huelo, te rozo con mi lengua lentamente y muy despacio me desplazo por tus senos, parando en tus pezones y chapándolos así despacito con pequeños mordiscos sigo acariciándote, sigo bajando a tu ombligo y allí juego con mi lengua, acaricio tus piernas y me deslizo poco a poco a tu región húmeda que me espera ansiosa, pero, espera, aun no, que beso y paso mi lengua por tus piernas, ahhhhh, en medio de esos gemidos, desesperos, confusión, todo aquello que genera el éxtasis, te tomo y meto mi lengua en tu vulva, así tan rico como comer un helado, saboreo tus pliegues, exploro tus horizontes sigo tocándote tan sutil que podría tocar una rosa sin desmenuzarla, conozco cada entorno de tu piel y lo disfruto, nuestros ojos hablan solos el idioma que conoces, procedo cuando te desesperas a introducirte mi pene lentamente, para sentirnos compenetrados, haciendo movimientos con todo aquello viscoso, sigo besando tus orejas y metiendo mi lengua muy dentro de ellas, hasta escuchar como gritas, pide y solicita lo que quieras, que se cumple, atando mis manos con tu pelo sigo moviendo mi cintura y tu la tuya, tan rico, tan agradable, que no puedo contener, y por fin llegando a ese momento me siento morir, cuando das esa respiración profunda y exhausta que solo puede denotar cansancio, alegría, satisfacción, así te digo, bienvenida a casa amor.

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